La Organización de un Partido Comunista

El Partido Comunista de España, al recuperar en su XX Congreso el método leninista de organización, volvió a encuadrarse en lo que se llamó “partidos de nuevo tipo”. La principal característica de estos partidos, nacidos a lo largo del mundo durante el s. XX por el impulso de la Internacional Comunista e influenciados en gran medida por el Partido Bolchevique de Lenin, consiste en estar imbuidos en su filosofía organizativa por los principios del Centralismo democrático.

Los principios generales que caracterizan al centralismo democrático se pueden resumir en los siguientes puntos:

1) Toda la labor del partido se construye sobre la base de un programa único y unos estatutos únicos.

2) La dirección se efectúa desde un centro único, el Congreso del Partido. En el proceso congresual participa toda la militancia y su resultado , sobre la base de un debate libre y democrático, arroja los estatutos, la organización, las finanzas, la estrategia y táctica política y la dirección que ha de aplicar unos y otras durante un ciclo de cuatro años. El máximo órgano de dirección partidaria entre congresos es el Comité Central.

3) Las minorías se someten a las mayorías y los órganos inferiores a los superiores, sin perjuicio del derecho a manifestar opiniones críticas en las estructuras del partido.

4) Todos los miembros de la organización tienen derecho a participar de la toma de decisiones y hacerlo de manera suficientemente informada, por lo que es responsabilidad de los órganos superiores e intermedios aportar toda la documentación precisa para los debates.

5) Todos los cargos y órganos de dirección han de ser elegidos democráticamente y siempre pueden ser revocados.

6) Los órganos de dirección del partido están obligados a rendir cuentas de su actuación ante los órganos superiores y estos, al conjunto de los miembros de la organización.

7) Como método que permea toda la actividad de los órganos, es preceptiva la práctica de la crítica y la autocrítica como la única garantía de superación de los errores, limitaciones y desviaciones en el cumplimiento de los acuerdos democráticos, alcanzados.

8) En la medida en que se garantiza la participación más amplia posible en los procesos de toma de decisiones y en la elaboración de la línea política, la disciplina en el cumplimiento de los acuerdos es consciente y la dirección, colectiva.

En el cimiento sobre el que se construye todo el edificio que representa un Partido Comunista, se encuentran sus organizaciones de base. Efectivamente, la militancia en un Partido Comunista leninista está siempre supeditada a la pertenencia a una de estas organizaciones de base. En el caso del PCE reciben el nombre de núcleos y pueden tener su ámbito de acción en los centros de trabajo o de estudio, en los frentes de lucha social o cultural, en los sectores profesionales o en los barrios y pueblos, como es el caso del núcleo de Alcorcón. La labor del núcleo comunista reviste una importancia capital para el funcionamiento del Partido Comunista de España. Además de participar en la elaboración de la línea política general con todo el trabajo que ello implica, es el órgano encargado de ligar e implantar en demarcaciones territoriales o sectoriales reducidas al PCE, mediante la aplicación concreta de su línea política acordada e impulsada por el Comité Central. El Centralismo Democrático no embota la actividad de las organizaciones de base, sino que, al contrario, las estimula a encontrar, siempre respetando los principios generales de la organización, el camino más adecuado para la consecución de los objetivos, es decir, a hacer una aplicación creativa de los principios que lo integran.

Los objetivos y prioridades del trabajo y la intervención políticas llegan al núcleo comunista después de haber sido formulados por las distintas áreas (Interna, Externa, de Movimiento Obrero, Ideológica, Internacional, Feminista, de Convergencia e Institucional) que componen el Comité Central en forma de planes de trabajo anuales cuyo cumplimiento, por parte de organizaciones inferiores, han de garantizar y que han de alinearse con las tesis políticas y organizativas refrendadas en el Congreso; y después de haber pasado por el tamiz de un comité intermedio, de carácter regional cuando hablamos en términos territoriales, cuya función principal consiste en amoldar la línea política general a la realidad en que actúa y al ámbito de sus competencias -también en forma de planes de trabajo- y garantizar el flujo de información desde los órganos de dirección centrales hasta las organizaciones de base y viceversa. Esta primera adaptación facilita al núcleo comunista la elaboración de su planificación anual en la demarcación que le es propia.

El cumplimiento en el seno del núcleo de estas directrices ha de fiscalizarse por el órgano de dirección o Comité -“local” en el caso de Alcorcón- que ha de rendir cuentas por ello no solo ante la dirección superior, sino también ante el conjunto de militantes del núcleo, estando aquel integrado por las personas responsables del trabajo en los distintos frentes de acción e intervención política y por el/la secretario/a político del núcleo, principal encargado/a de su adecuado funcionamiento.

Para más información, los Estatutos del PCE se encuentran disponibles para su consulta en pincha aquí