Un Partido del trabajo, feminista, ecologista y del socialismo

Las tesis políticas aprobadas en el XXI Congreso representan, junto con los estatutos, el documento fundamental vigente en el PCE y marcan su línea programática en una serie de campos fundamentales de acción política. Estas tesis comienzan dando forma al reto de hacer del Partido Comunista de España un Partido del trabajo, feminista y ecologista como la mejor manera de ser una herramienta útil para la clase trabajadora en lucha por el socialismo.

1. Un Partido del trabajo porque la apuesta de los comunistas tiene que ser la de reunificar a nuestra clase, contribuyendo a la proliferación de relaciones de solidaridad, la cual no puede plasmarse sino en el refuerzo de la clase trabajadora como actor protagonista. Un Partido del trabajo porque la clase trabajadora es la que, por su tamaño y capacidad, puede plasmar un proyecto de transformación radical de la sociedad.

2. Un Partido feminista que no puede ser indiferente al hecho de que las crisis siempre tienen peores consecuencias para las mujeres. Constituirse como un Partido feminista tiene un carácter sustantivo. Toda la militancia comunista del PCE debe ser activista feminista, plantando cara a la ofensiva reaccionaria de regresión ideológica y retroceso de derechos, siendo parte de la lucha feminista anticapitalista, inclusiva, interseccional e internacionalista.

3. Un Partido Ecologista porque se entiende que el capitalismo depredador en su intento de apoderarse de los recursos naturales para mantener altas tasas de beneficios está poniendo en peligro el futuro del planeta.

4. Un Partido que se propone la construcción del socialismo, no como objetivo inalcanzable sino como horizonte que ha de guiar el estudio de la realidad concreta y la propuesta de líneas de trabajo para los próximos cuatro años. Partiendo de estas bases, el documento aprobado en el XXI Congreso parte del análisis económico para desde ahí desarrollar las cuestiones internacionales y nacionales en las que tiene que intervenir nuestro Partido, pues no se pueden entender las relaciones internacionales ni el papel subordinado de nuestro país si no es comprendiendo cómo funcional el capitalismo a nivel global. Este diagnóstico ocupa los tres primeros apartados del documento, dedicados a:

• La caracterización de la actual fase del capitalismo global, con especial atención a las consecuencias que la pandemia Covid19 ha tenido para la crisis y reestructuración del capitalismo.

• El papel de nuestro país en esa organización del capitalismo global, y cómo nuestra economía ha ido desarrollándose especialmente entre la crisis de 2008, que estuvo muy presente en las tesis políticas del XX Congreso, y la actual crisis global.

La lucha de clases en nuestro país, con una caracterización del bloque de poder dominante y de la clase trabajadora, con especial atención a cuáles son las condiciones que tiene que afrontar en el mercado de trabajo. Una vez realizado el diagnóstico, el documento se centra en la identificación de los conflictos principales que tienen que guiar la acción de los y las comunistas en nuestra estrategia de construcción del socialismo, muy pegados a las condiciones de la realidad concreta de nuestro país. Así, el apartado cuarto se organiza en torno a la intervención del PCE:

En el conflicto entre capital y trabajo, con la apuesta por devolver el poder a la clase trabajadora, poniendo la economía al servicio de sus intereses, con un modelo productivo y una organización democrática de la economía al servicio de la soberanía popular.

• En los conflictos que se derivan de la contradicción capital-vida, en los que la militancia comunista desarrolla una acción feminista de lucha contra el patriarcado que aspira, además, a erigirse en un actor fundamental en la reconstrucción del movimiento feminista, aportando además una propuesta feminista de clase.

• En el conflicto entre capital y planeta, porque luchar para la sostenibilidad ambiental para proteger el futuro planeta es luchar contra el capitalismo, construyendo una alternativa económica ecologista, con un modelo energético soberano y al servicio de la clase trabajadora.

• En el conflicto entre capital y territorio, en el que se sitúa lo que se ha venido en llamar la “España Vaciada” pero que para nosotros debería llamarse “España Abandonada”, pues los problemas territoriales que se desarrollan actualmente en nuestro país no se pueden aislar de la dinámica general del capital y, por lo tanto, las soluciones no pueden ser de carácter local.

• En el conflicto entre capital y democracia, apostando por una república federal y democrática. Centrándonos en un programa de ruptura democrática que nos ayude a avanzar posiciones para construir una democracia real y, por tanto, participativa, que permita unas condiciones de vida dignas. En este empeño, son fundamentales nuestras alianzas con otros actores políticos y sociales que pueden configurar con nosotros un bloque social para la ruptura democrática. El Partido Comunista de España pone sobre la mesa todo su bagaje histórico y su experiencia acumulada en la construcción de la unidad popular para construir un nuevo país.

Las tesis políticas se completan con las aportaciones de las áreas al debate del XXI Congreso que se organizan de la siguiente manera.

a) Política internacional. En el que se realiza una caracterización del mundo postpandemia y los retos que el nuevo contexto internacional supone para los partidos comunistas. Se abordan, con detalle, las propuestas del PCE en torno a la Unión Europea (reafirmándonos en su irreformabilidad y planteando los pasos a seguir para un nuevo modelo de integración regional basado en las relaciones igualitarias y fraternales entre los pueblos y las naciones) y las tareas que estratégicamente el PCE tiene que desarrollar en la solidaridad internacional, la construcción del movimiento mundial por la paz y el fortalecimiento de las alianzas internacionalistas, en las que nuestro Partido desempeña un papel destacado.

b) Lucha contra el patriarcado. En el que se realiza un completo análisis de la evolución y situación actual del movimiento feminista internacional y nacional, con especial atención del trabajo realizado en el frente institucional (con el trabajo realizado por el Ministerio de Igualdad, especialmente durante la pandemia) y de las consecuencias que la pandemia ha tenido para la movilización feminista, con una importante reacción del poder patriarcal. A continuación, se plantean los principales retos y líneas políticas de intervención del PCE en la lucha feminista y en la defensa de libertades y derechos afectivo-sexuales, con propuestas destinada a hacer del PCE un partido feminista.

c) Movimiento obrero. En el que se describe la manera en la que el neoliberalismo ha determinado al mundo del trabajo en nuestro país: recortes, precariedad y dependencia de nuestro modelo productivo. También se establecen cuáles han de ser las principales líneas de trabajo del PCE para seguir acumulando fuerzas y avanzar posiciones en la recuperación de derechos, con la mirada puesta en lo conseguido, con la actual correlación de fuerzas, y en lo que queda por conseguir. Finalmente, se detalla cuáles han de ser los pasos para el fortalecimiento del sindicalismo de clase, sociopolítico, democrático, reivindicativo y unitario.

d) El trabajo de los y las comunistas en la batalla ideológica. Que se centra en las principales líneas de trabajo que tienen que ocupar a los y las comunistas en la batalla de las ideas, con las herramientas de las que dispone nuestro Partido, pero también en el terreno en disputa de los medios externos y que determinan en buena medida la orientación de la opinión pública.

e) El trabajo externo del Partido. En el que se desarrolla una propuesta de trabajo externo del PCE para los próximo cuatro años, incluyendo; construcción de República, pensando como un eje transversal que guíe la acción del conjunto del Partido en términos de ruptura democrática; la lucha antifascista; la lucha por la vivienda y la energía como derechos y no como mercancías; la defensa de lo público, con tareas concretas en el ámbito de las pensiones, la sanidad, la educación, el transporte y la protección social; el trabajo con los colectivos migrantes desde una perspectiva de clase e internacionalista; la lucha por una justicia y libertades democráticas; el trabajo a pie de calle, en el movimiento vecinal en pueblos y barrios; y la defensa de la justicia y la reparación democráticas en nuestro país.

f) Política institucional. Que se centra en la reivindicación del control popular y democrático de las instituciones, como una extensión de la máxima “todo el poder para el pueblo”. En este sentido, para los y las comunistas el trabajo de activismo social e institucional son dos caras de una misma moneda, de lo que se trata es de promover la participación directa a través de la movilización social y la vinculación de los principales problemas de las capas populares con la agenda política de los grupos institucionales.